Si bien es muy arriesgado facilitar datos concretos de los nacimientos mediante gestación subrogada, ya que los consulados no facilitan dicha cifra, sí se confirma que ha aumentado tanto la demanda de esta técnica de reproducción asistida como el número de países en los cuales se puede realizar. Se estima, además, que el pasado año el número de niños y niñas nacidos por este método e inscritos como hijos de padres españoles superó a los adoptados.
El éxito de esta práctica, que la ley española penaliza explícitamente, se debe fundamentalmente a que con ella una pareja (del mismo o distinto sexo) o una persona en solitario puede tener con relativa rapidez un recién nacido (algo que con la adopción es prácticamente imposible) que lleve los genes de alguno de los progenitores.
Los españoles están acudiendo en masa a los países donde sí es legal la gestación por sustitución, como sucede, por ejemplo, en los Estados Unidos o Ucrania).
El derecho, aunque lentamente, debe ir adaptándose a esta realidad y los tribunales –como por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias- ya han dictado sentencias que equiparan los derechos de los padres de hijos concebidos por gestación subrogada con los de biológicos o adoptados. Así pues, a los padres homosexuales con hijos nacidos por este procedimiento se les reconoce el derecho a recibir el sueldo correspondiente a las semanas de baja maternal.