Toda persona tiene derecho a tener un hijo y a hacer uso de la procreación medicamente asistida para ello. El derecho a la reproducción es un derecho fundamental que posee la persona por el hecho mismo de ser persona, por su propia naturaleza y dignidad. Es un derecho que le es inherente y que, lejos de nacer de una concesión de la sociedad política, ha de ser consagrado y garantizado por esta.
Cada persona debe poder elegir el medio a través del cual desea o puede procrear: la unión sexual o la utilización de las Técnicas de Reproducción Asistida, de las cuales, la gestación por sustitución es una forma.
Así pues, hay que promover un marco jurídico que privilegie el ejercicio de los derechos reproductivos, que respete y promueva el derecho de las personas a una maternidad o paternidad libre, que represente una garantía para el ejercicio de los derechos, que reconozca la diversidad de nuestra sociedad y que sea el ejemplo de normas de una sociedad democrática, plurar, incluyente y diversa.