El Síndrome de Rokitansky, también conocido com Síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (en su forma abreviada, MRKH), toma su nombre de los cuatro médicos que lo han definido y clasificado.
Es congénito (se nace con él), y afecta al desarrollo del aparato reproductor femenino: la vagina está ausente o es muy pequeña y el útero está ausente o es muy pequeño. Sin embargo, los ovarios funcionan bien, por lo que la mujer se desarrolla con normalidad. El primer síntoma del síndrome es la ausencia de la menstruación (amenorrea primaria). Suele diagnosticarse en la pubertad.
El hecho de que el útero de las mujeres afectadas por este síndrome esté ausente o sea más pequeño de lo «normal» (útero rudimentario) significa que no pueden quedar embarazadas. Aunque la ciencia contemple el implante de útero, todavía no se ha realizado ninguno con resultados satisfactorios.
Sin embargo, y esto es importante: SÍ PUEDEN SER MADRES y tienen todo el derecho del mundo a decidir si desean adoptar a un bebé, elegir la gestación subrogada o no tener hijos.